GRAVES  DIFICULTADES  PARA  VERLO
Afortunadamente,  siempre existen dos opciones  para elegir. Porque en un mundo en el que están el  blanco y el negro,  el bien y el mal; tener la oportunidad de decidirte por  creer en algo o  no creer, sin duda es un privilegio.
 Sin embargo, esta libertad  de decisión no le  resta dificultad al hecho de tener que tomar partido. Por lo  general,  de entrada, lo más fácil es alejarse de la opción que nos resulte más   engorrosa, negar la posibilidad, restarle importancia, apartarla de  nosotros.  Pero, igual que una mujer puede estar embarazada o no estar  embarazada, y ser  imposible que esté “algo” embarazada, en este asunto  no existe un intermedio. Y  es que no podemos pisar ambas orillas del  río al mismo tiempo. 
Cuando  descubrimos que ya son miles las  personas, de todos los estamentos; políticos,  científicos, aficionados,  y ciudadanos de a pie, como nosotros, los que se han  convencido de que  se avecina un gran cambio en nuestro planeta y que tenemos  que tomar  medidas de inmediato para sobrevivir la catástrofe, nuestro enfoque  de  las cosas mundanas y rutinarias cambia drásticamente. Porque si se  equivocan  y no va a suceder nada malo, será la mejor noticia que puedan  darnos, pero si  tienen razón y no estamos preparados para afrontar  esta situación, podría ser  el fin para nosotros, para nuestros hijos,  familias, y seres más queridos. 
 Ahora  se plantea otra gran incertidumbre,  ¿correremos el riesgo de no hacer nada al  respecto y esperar los  acontecimientos hasta que sea demasiado tarde para  salvarnos? 
 Sólo  cuando nos informamos e investigamos por  nosotros mismos, la información que  contrastamos puede ayudarnos a  admitir o a negar las posibilidades que se nos  plantean. 
Así que, no te precipites y niegues  rápidamente una posibilidad que  podría ser real. Investiga por ti  mismo. Profundiza en el tema. Por tu propia  seguridad y por la de tus  seres queridos, no digas “no” desde el principio.  Abre tu mente a otras  posibilidades.  Te  invitamos a no quedarte en lo que te decimos, sino  en investigar por ti mismo, y  por otros medios, para llegar a la  conclusión que tú decidas. Es tu  responsabilidad.  
Todo  comenzó el 10 de diciembre de 2010 cuando  el astrónomo ruso, Leonid Elenin, del  Instituto de Matemáticas  Aplicadas “Keldish” (de la Academia Rusa de las  Ciencias), descubrió  algo cerca de Júpiter, el Cometa C/2010x1.
 Cuando  lo descubrió, Elenin  tenía una magnitud aparente de 19,5 y calculó que su  núcleo era de 3 a 4  km. de diámetro. En abril de 2011, el coma del cometa se  calculaba en  un diámetro de 80.000 kilómetros. Para mayo de 2011, el coma  superaba  los 100.000 kilómetros…   Son  muchas las personas; profesionales,  científicos, aficionados, etcétera, incluso  miembros de ciertos  gobiernos y ejércitos, que empiezan a mostrar serias dudas  de que lo  que se clasificó como un cometa en el año 2010, realmente sea un   cometa, y sospechan que pueda ser algo más, por ejemplo una enana  marrón, una  estrella enana, una estrella negra o un agujero negro… Un  objeto celestial que,  precisamente los antiguos textos indican es el  precursor del temido Planeta X (conocido también como  Nibiru). Con  respecto a Elenin, la NASA hizo cálculos  precisos acerca de su órbita, y su  desplazamiento fue reproducido en un  diagrama hecho público a través del  Laboratorio de Propulsión Jet1,  del Instituto de Tecnología de  California (NASA). Al  parecer, el alineamiento de varios planetas  con el “Cometa” Elenin (o lo que  sea que es Elenin) ha coincidido con  eventos catastróficos importantes en la  Tierra.   |  Al día  siguiente de su  descubrimiento, astrónomos rusos y ucranianos confirmaron su  hallazgo  desde el Observatorio de Maidanak, en Uzbekistán. Posteriormente,   también fue confirmado por colegas japoneses y estadounidenses.   |  
Fuente: Alerta Tierra
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