Esta vez no podía ser casualidad. Y la cosa –la ballena en sí misma— había llegado demasiado lejos. Casi un kilómetro tierra adentro. Los habitantes de la región inglesa de East Yorkshire no se explicaban el 29 de septiembre pasado cómo el cetáceo, una hembra joven de más de diez metros de largo, pudo “arrastrarse” a tal distancia del mar, sobre tierra firme. Ahora, Walter Stuart Gibson tiene una explicación.
“Enseguida supe que no podía ser fortuito”, aseguró Gibson, un viandante del lugar que afirma haber presenciado trasiegos alienígenas en torno a la ballena muerta.
“Enseguida supe que no podía ser fortuito”, aseguró Gibson, un viandante del lugar que afirma haber presenciado trasiegos alienígenas en torno a la ballena muerta.
“Sólo se han registrado tres casos de ballenas varadas cerca de Skeffling en las últimas dos décadas, ¡y qué casualidad que dos han ocurrido en septiembre de este año!”.
Incluso una tercera ballena fue avistada en la embocadura del río Humber el propio mes, aunque posteriormente las corrientes la arrastraron mar afuera.
Incluso una tercera ballena fue avistada en la embocadura del río Humber el propio mes, aunque posteriormente las corrientes la arrastraron mar afuera.
La explicación de Gibson es todavía más asombrosa que el hecho mismo de la ballena tierra adentro, aunque depende de cómo se le mire. Según el supuesto testigo, cuando fue descubierta la ballena sin vida, a unos 800 metros de la costa, ya había sido removida en varias oportunidades por lo que definió como “esferas de un pálido intenso, pero casi transparente”, que guiaban a la ballena “por control remoto”.
Gibson, quien insiste en que se trataba de naves extraterrestres y no simples ovnis, sostiene que la ballena levitó bajo las esferas. “Parece que ellos (los alienígenas) han escogido a las ballenas Sei como una especie de conejillos de Indias para sus investigaciones”, dijo.
La ballena encontrada muerta es de la raza Sei y se estima que nadó río arriba durante la crecida de la marea, en busca de alimento, hasta quedar varada horas antes del solsticio de invierno. Las alegaciones de Gibson, como tantas otras relacionadas con alienígenas, no han podido ser confirmadas.
Gibson, quien insiste en que se trataba de naves extraterrestres y no simples ovnis, sostiene que la ballena levitó bajo las esferas. “Parece que ellos (los alienígenas) han escogido a las ballenas Sei como una especie de conejillos de Indias para sus investigaciones”, dijo.
La ballena encontrada muerta es de la raza Sei y se estima que nadó río arriba durante la crecida de la marea, en busca de alimento, hasta quedar varada horas antes del solsticio de invierno. Las alegaciones de Gibson, como tantas otras relacionadas con alienígenas, no han podido ser confirmadas.
Fuente: NEO CLUB PRESS
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