lunes, 29 de agosto de 2011

CONCLUSIONES DEL FENOMENO OVNI

JOSE MARIA PUYA BRAZA 
En artículos anteriores se ha podido entrever que los fenómenos paranormales no sólo ocurren en Méjico o Estados Unidos. Andalucía también cuenta con una gran cantidad de casos inexplicables para el ser humano.

En la provincia de Cádiz y el resto de España han sucedido verdaderas maravillas en cuanto a casos del tema ovni y espiritual. Como ya relaté, el avistamiento del 'Ovni de la catedral' es una de las mayores pruebas fehacientes de que los ovnis también "llegaron" a Cádiz.

El 'Caso Conil', sin dudarlo, es otra de las pruebas claras en las que se basa la evidencia ovni. Los cinco testigos han sido entrevistados muchísimas veces por variados investigadores, y no se les ha encontrado contradicción alguna. Si sumamos que las playas de Andalucía son un foco de avistamientos de humanoides y que se ha demostrado que los detractores del caso sólo han contado mentiras, el caso se hace cada vez más visible.

La realidad es que no sabemos nada. Pero ni en Cádiz ni en Madrid ni en ningún sitio. Si hablamos de personas no pertenecientes a una entidad secreta poderosa, repito, no sabemos nada.

Se han registrado millones de avistamientos por aquí y por allá, se han registrado miles de apariciones con seres no humanos de todos los tipos y características: los hay casi idénticos al ser humano, seres de 2 y 3 metros de altura, enanos cabezones de 1,20 metros, de largos cabellos rubios, etc… Como digo, mucho de todo, pero no sabemos a qué y por qué vienen.

Científicos y otros no tan "científicos" se empeñan en mostrar una explicación terrestre a la mayoría de avistamientos de naves que circulan a velocidades vertiginosas. Pero se acaba diciendo lo de siempre: "Esto es ridículo. Los ovnis no existen.".

Es una pena que los que verdaderamente tendrían que estudiar todo esto, la ciencia oficial, que es la que posee mayor tecnología, no lo estudie. Ellos se basan en que no existen estos fenómenos, pero nada más. Por eso de ahí el dicho: "La ciencia comercial no puede saber más de ovnis que la ufología, por el sencillo hecho de que ni si quiera han intentado estudiarlos". Los únicos que están ahí recorriendo el mundo una y otra vez son los ufólogos de campo. Son a los que de verdad hay que darles el mérito, y no a los que se lo dan todo "mascado" en su programa de televisión o de radio. Gente como Juan José Benítez, Salvador Freixedo o Marcelino Requejo. Gente que han hablado con un pueblo entero para encontrar a aquella persona que por casualidades del destino, se enteraron que esa persona tuvo un encuentro con un ser con rasgos no muy humanos.

Como afirmé anteriormente, existen algunos "científicos" que nada tienen que ver con la ciencia. "Científicos" que usan su maravilloso vocabulario espléndido, vistoso y que la mayoría de las veces no logro entender. Seré un ignorante, digo yo.

Desde tiempos inmemoriales, estos "científicos" intentan ridiculizar el fenómeno ovni con adjetivos tan "científicos" como: "mamarrachadas", "absurdo" o "acientífico".

Lo que realmente me hace sonreír al leer estos grandiosos y cultísimos comentarios son las grandes pruebas científicas que no aportan.

Desde luego, encontramos comentarios así desde siempre y hasta hoy. Y me hacen ver que no tienen idea de ufología o ciencia. Pero eso sí, ¡el vocabulario, superior!

Otro tema a tratar es el por qué entidades poderosas ocultan el fenómeno ovni. Es una de las preguntas más frecuentes de la sociedad a los expertos en la materia. Y es completamente normal y necesaria, ya que siempre hay que escuchar un por qué de las cosas.

Me remito a unos hechos narrados en Cádiz capital por alguien cercano a mí. En la década de los 90, según este individuo, sus hijos pequeños y alrededor de 50 personas más, fueron testigos de una potente luz de color amarillo con un gran tamaño, la cual iba en completo silencio y totalmente quieta. No es el testimonio lo importante aquí, pues hay millones como éstos, sino las declaraciones posteriores de los militares. Según ellos, esa luz de color amarillo, quieta y que no hacía ruido, "era un avión". No sé a quién quieren engañar. Veo más que es una falta de respeto a los testigos.

Declaraciones como éstas las ha habido siempre. Sólo hay que leer un poco para informarse de las barbaridades que nos han contado.

Según ex trabajadores de estas entidades y ufólogos, han concluido que el verdadero ocultamiento termina en el poder. Es decir, si estas entidades admiten que razas de miles de años superiores a nosotros, tecnológica y psicológicamente, existen, ¿qué ocurriría? Estas civilizaciones podrían tener medicinas o técnicas que podrían curar todas nuestras enfermedades, por lo tanto, ¿hacia dónde iría el negocio de la medicina?

Contando que estos aparatos han entrado en fronteras militares ridiculizando a los cazas, ¿de qué servirían los controles militares cuando se acerquen naves no identificadas?

Si algunas de estas civilizaciones son pacíficas, ¿qué ocurriría con las armas? El negocio estaría condenado al fracaso.

Se podría seguir así hasta aburrir, pero siempre concluyendo en lo mismo. Intereses.
 
Si nos metemos de lleno en las "casualidades" del fenómeno ovni, siempre se encontrarán enlazamientos en cada caso. Me explico con un ejemplo reciente. Los supuestos seres vistos en el 'Caso Conil' son, 'inexplicablemente', casi idénticos a otros testimonios recogidos por playas de Tarifa o varias ciudades andaluzas. Los testigos siempre coinciden en lo mismo: de 2 a 3 metros de altura, en levitación, salen del agua y algunos, como en el 'Caso Conil', se les vio la cabeza; en otros, su cráneo no es visible. Y la ufología se pregunta: ¡Qué casualidad que haya tan pocos testimonios de este tipo de ser y que casi todos se hayan observado deambulando por playas!

Qué necesidad de que de ser el testigo un mentiroso, tenga que complicarse en decir que ha visto a semejante ser y no sobre la apariencia de los seres extraterrestres que se ven en las películas.

Pues estos enlazamientos se repiten día a día. Testigos que han visto o fotografiado una nave y que es idéntica a la que narró otro hace 50 años. Las pruebas, los testimonios, los informes y las pinturas rupestres están ahí. Ocurre, que vivimos en una sociedad en la que todavía se duda de si existen microorganismos fuera de nuestro planeta.

Con esto, se da por finalizado -por ahora-, el misterio, la curiosidad, la desinformación y el terror (¡tendríamos que ponernos en la situación del que lo ve!).
Fuente: diariodecadiz.es

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